Alejandro nace en Milán un Viernes 10 de Marzo de 1989 a las 6.50 de la mañana.

No tiene nombre porque sus padres, que llevaban meses con uno escogido, descubren poco antes que en Italia no se puede llamar al hijo como al padre. Tras unos días, gracias al consejo de una paciente del hospital pasará a llamarse de «el enano ese» a «Alejandro». Éste suceso le causará una crisis de personalidad que le acompañará el resto de su vida.

Padre de Madrid y madre de Cuenca. Italia se cuela en su vida a través del abuelo paterno, un mecánico originario de
Florencia.

Pasa sus primeros años en Madrid y en la guardería «El Patuco», en carnavales, ya destaca por su intensa interpretación de Capitán Garfio, lo que le vale una nominación a los Chupetes de Oro del ’92 (noticia eclipsada por las Olimpiadas de ese año)

A los 3 años se muda a Monza, Italia, donde aprende italiano de la mano de Beatrice, su primera novia, a cambio de la promesa de casarse con ella en el jardín detrás de los columpios. No se pusieron de acuerdo sobre el número de invitados y cancelaron todo pocos días antes.

Descubre pronto que le gusta vestirse y hacer imitaciones que los mayores se ven obligados a aplaudir, así como que su pasión por los deportes es correspondida con un talento casi nulo para ellos.

A los 12 años vuelve a Madrid y siguiendo un par de amigos se apunta al curso de teatro del colegio, con el que protagoniza en 2006 una versión de Pinocho en un Festival de Teatro Joven de Turín. Por primera vez empieza a plantearse el camino de la actuación.

 

Tras la selectividad pasa un año viajando y trabajando de lo que sea por Londres, Cracovia y Turín. De ahí se muda a Milán para entrar en el 2008 en la Academia de Arte Dramático Paolo Grassi, donde se licencia como actor profesional en el 2011.

Gracias a la compañía del Teatro dell’Elfo de Milán empieza a trabajar por toda Italia, pasando por teatros como el «Valle» y «Argentina» de Roma, «Piccolo» de Milán y colaborando con el «Teatro Stabile de Turín».
En el 2017 vuelve a vivir a Madrid y empieza a flirtear con el cine y la televisión hasta que en el 2018 entra a formar parte del cast de «El secreto de Puente Viejo». A partir de ese momento colabora con series y películas tanto en Italia como en España.

Toca un poco la trompeta («bésame mucho» y poco más, vamos).
Hace unos panes de masa madre y unos panettones que la guía Michelin ha definido «impresionantes».
A veces compone música electrónica o eso le gusta pensar, aunque los vecinos opinen otra cosa.
Practica boxeo y desde el 2023 es un entrenador federado por la Federación Madrileña de Boxeo.
Su abuela dice que es un manitas.

Sueña con aprender a pilotar un avión.
Le gusta el trekking, los karts, viajar, leer, la pizza Margherita, el helado de chocolate y los arroces.